Joshua Hoffine, como él mismo dice en su página personal, prepara sus fotos como si se tratara de una pequeña película: con diversos decorados, accesorios y efectos especiales. Sus imágenes no son un simple montaje de Photoshop; sólo lo utiliza para ajustar algunos detalles, así como el color y el contraste para su posterior impresión.
En sus fotografías no hay modelos ni actores, utiliza a sus amigos y familiares para posar y ayudarle con todo el montaje.
Sus fotografías pretenden transmitir miedo, desconfianza, terror, agobio, pánico... y la verdad es que el resultado es increíble.














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